La zona de las riberas del Genil, extramuros de la Granada medieval fue desde época nazarí lugar en el que proliferaron los ermitaños o santones que vivían en morabitos como el que hoy es ermita de San Sebastián. El gran número de estos hizo que a la puerta que conducía hacia ellos se la conociera como Bib-Atabín, o de los penitentes. Ya en época cristiana continuó siendo lugar de vida eremítica, la referida de San Sebastián, la del Pretorio o San Antón el Viejo son ejemplos de ello. Consta documentalmente que en 1501 existía una pequeña ermita dependiente de la Parroquia de San Matías dedicada a las santas Úrsula y Susana en la zona conocida como de las Tinajerías, muy cercana a las huertas del antiguo palacio de la Almanxarra, propiedad del convento de Santa Cruz la Real. Ocuparía hoy la última manzana de la Carrera de la Virgen, próxima a la plaza del Humilladero.
Se dice que en su interior se veneraba un cuadro de la Virgen de las Angustias obra de Francisco Chacón, pintor de Isabel la Católica, distinto de aquel otro del que ya hablamos. Por su autoría se ha especulado que fuera una donación de la soberana, sin embargo de él nos dice Marino Antequera que “lo centra la figura de la virgen inclinada sobre el cadáver de su Hijo. A los lados se ve a María Magdalena y San Juan, y en el extremo derecho la figura de un donante, lo que podría invalidar la supuesta dádiva de la Reina Católica”. El mismo autor indica que “cuando se descubrió estaba cubierto por el humo de las velas, lo que demostraba el mucho culto recibido”. En torno a esta tabla debió fundarse la “Cofradía de las Angustias y Transfixión de Ntra. Sra. y de las Santas Úrsula y Susana” en 1545 con carácter devocional. Años después, quizás en 1555 coincidiendo con un cambio de reglas para convertirse en hermandad penitencial, se sustituye el cuadro por una imagen de talla, más apropiada para ser procesionada, pasando este con el tiempo al cercano monasterio de Ntra. Sra. del Destierro, o de los Basilios, actualmente colegio de los Escolapios. Hoy en día se expone en el Museo de Bellas Artes de Granada.
Pintura de las Angustias en el libro de sus primitivas reglas, 1545
De las características de la ermita primitiva nada sabemos excepto que sus dimensiones eran reducidas, por lo que poco tiempo después de fundarse la hermandad, en 1569, consigue por parte del rey Felipe II la cesión de unos terrenos anexos para construir una nueva y un hospital, según Real Cédula se le donaban “cien pies de terreno por la delantera, en la línea de la pared de la ermita por la parte del camino que desde la puerta del Rastro (Puerta Real) va al puente del Genil, por la espalda hasta unas casillas que había antes de llegar al Darro, dejando desde la ermita antigua a la que haya de hacerse una calle de 25 pies de ancho (Puente de la Virgen)”. Quince años serán necesarios para levantar un modesto templo de una sola nave de veinte metros de largo pagado con los donativos de sus cofrades que ya aparece representado en la plataforma de Ambrosio de Vico de 1596. El crecimiento de la población de la zona, que de ser un extrarradio se convierte en un barrio más de la ciudad así como la necesidad de ayuda para llevar los gastos de culto de la hermandad, llevarán al Arzobispo Pedro de Castro a convertirlo en parroquia en 1603, dependiendo en principio de la de Sta. María Magdalena y con entidad propia a partir de 1610. En 1615 se le añade un campanario trazado por el citado Ambrosio de Vico, igualmente se remodela y amplia el retablo que ya en esa fecha presidía la imagen de las Angustias. Pero este segundo templo quedará pronto pequeño para atender las necesidades parroquiales, ampliándose su nave en 1626 y comenzando en 1663 la construcción del actual. A conocer un poco de la historia y arte de esta Parroquia cuatro veces centenaria vamos a dedicar las próximas entradas.
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