miércoles, 21 de abril de 2010

Las Casas del Chapiz

Nos trasladamos en esta ocasión al que fue conocido como barrio o arrabal de Albaida, Rabad al-Bayda, que quiere decir de la blanca, situándose en lo que hoy es la Cuesta del Chapiz y sus alrededores para visitar las casas del mismo nombre que ocupan una amplia parcela situada en la esquina que forman dicha cuesta con el Peso de la Harina. Fue este arrabal en tiempos de la Granada árabe  residencia de alcaides e importantes caballeros musulmanes de modo que toda esta zona estaba poblada de alcázares y palacios con numerosas huertas y jardines. Por esto es posible que las casas del Chapiz se levantaran sobre las plantas de algún antiguo palacio nazarí del siglo XIV, el historiador F. Javier Simonet va más allá situando el palacio de Dar-Albayda, fundado por un príncipe almohade, sobre los cimientos de las casas.

 El solar y las pocas ruinas que permanecerían del antiguo palacio fueron aprovechados por el morisco Lorenzo el Chapiz para la construcción en los primeros años del siglo XVI de una casa morisca  siguiendo la tipología tradicional de casa nazarita, a la vez que su cuñado Hernán López el Ferí levantaba otra contigua a esta de menor tamaño y probablemente de nueva planta. Ambas casas son una inmejorable muestra para la comprensión evolutiva de la arquitectura doméstica nazarí desde su periodo de madurez hasta su fusión con elementos cristianos en su última fase de pervivencia, la morisca. En 1571 las casas serían confiscadas a sus primitivos dueño por su participación en el levantamiento de los moriscos pasando a propiedad de la corona castellana siendo cedidas en 1583 por real cédula a Juan Vázquez de Salazar quien introdujo algunos elementos arquitectónicos de la época al edificio y las fue arrendando a diversas personas e instituciones. Poco a poco las casas se fueron convirtiendo en viviendas vecinales cuyos moradores construyeron diversos negocios e industrias lo que contribuyó al deterioro del edificio llegando a un estado de autentica ruina a principios del siglo XX.

La casa construida por Lorenzo el Chapiz, que como dijimos se levanta sobre parte del trazado del antiguo palacio, tenía en su centro un extenso patio con galerías de arcos en sus testeros y estrechos cenadores en sus laterales, de los cuales hoy solo perviven el testero norte y uno de sus laterales, en el centro aún se conserva la gran alberca aunque hubiera de ser más larga al haberse perdido el testero sur. El testero norte lo forma una galería de cinco arcos cubiertos con decoración de estucos en sus enjutas al más puro estilo arábigo sostenidas por columnas de mármol aprovechadas de otros edificios más antiguos, sobre esta arcada se dispone un ancho corredor con balaustrada renacentista y zapatas góticas añadidas en una reforma posterior. En el centro de la galería se abre un arco con decoración en yesos con alhacenas en sus laterales. De igual modo en el corredor superior aparecen otros dos arcos de parecidas características a los de abajo que dan paso a sendas salas la cual una dispone de hermosa armadura de madera. En el lateral derecho se conserva otra portada decorada con yeserias y sobre esta se abren tres graciosas ventanas decoradas igualmente con adornos árabes en yeso.


Desde la mencionada galería se accede a un rellano donde nos encontramos el acceso a la segunda casa. Un arco apuntado de ladrillo nos da paso a un pequeño zaguán e inmediatamente se abre el  recoleto patio donde la madera es la que domina el lugar.  Unas estrechas galerías se abren alrededor del patio donde se sitúan pilares de ladrillo en las esquinas y columnas dóricas de mármol en medio de los lados mayores los cuales sujetan unas bellas zapatas de estilo gótico y las maderas de los corredores superiores. Estos tiene una balaustrada, esbeltas columnas, canes  y alero todo de madera al gusto ojival. En estos corredores se disponen varios habitáculos que siguen una traza puramente arábigo contrastando con los elementos cristianos. Sobre el testero norte se añadió poco después de su construcción un tercer cuerpo de estilo renacentista. Además en el piso bajo aparece un aljibe de tradición musulmana. Es este patio una interesante mezcla de todos los estilos arquitectónicos que más se utilizaban en la Granada del siglo XVI; la ultimas pinceladas del arte nazarita y los nuevos órdenes que llegarían a la ciudad con la nueva religión. Al sur de los edificios se ubica un extenso carmen que antiguamente llegaba hasta las orillas del Darro y que poco ha variado de su primitiva configuración en su parte conservada.


A principios del siglo XX las casas aparecían muy deterioradas en estado de semiruina hasta que en el año 1929 fueron adquiridas por el estado encargando la labor de restauración de los edificios al ilustre arquitecto y conservador de monumentos Leopoldo Torres Balbás quien recupero completamente las casas en 1931 para que se instalasen en ellas la recién creada Escuela de Estudios Árabes (CSIC) institución esta que hoy siguen mimando las Casas del Chapiz para que todo el que desee pueda acercarse a ellas y poder admirar unos de los ejemplos más  sobresalientes de casa morisca en Granada.


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