Muchos de los campanarios que hoy se encuentran en todos los territorios dominados por los musulmanes fueron alminares de las mezquitas cuya función era el convocar a los mahometanos a la oración por medio del almuédano.
En Granada, hay dos casos que sobresalen de manera especial, ya que nos encontramos antes el minarete más antiguo de España y el único almohade que se conserva en Al-Ándalus junto a la Giralda sevillana.
El primero de ellos se trata de la torre de la Parroquia de San José en la cuesta del mismo nombre. El único que se conserva anterior a los almorávides en todo el territorio español. Se piensa que tuvo que ser parecido al minarete de la gran mezquita de la alcazaba. El que nos ha llegado se levanta con sillares de piedra y lajas de piedra de La Malahá, además conserva una ventana con arco de herradura. A sus pies se sitúa un aljibe que hoy sirve de fuente.
El otro nos lleva a la calle San Juan de los Reyes, cuya iglesia fue el primer templo que se consagró tras la reconquista cristiana. Si bordeamos el edificio, en la parte trasera nos encontramos su campanario, el cual fue un minarete levantado en el S XIII bajo dominación almorávide. La mezquita de Al-Tabin o la de los conversos, por ser el lugar donde los antiguos cristianos se convertían al islam, era el templo al cual estaba adosado. El alminar se decora con paños de arcos ciegos mixtilíneos prolongados en redes de rombos (sebka). Por encima de estos corre una franja rellena de lazos con polígonos estrellados de dieciséis lados.
Dos joyas de la arquitectura medieval de la ciudad, testimonio vivo del pasado y que gracias a las fabulosas restauraciones que se la han acometido hoy las podemos admirar y no debemos descuidarnos para que este patrimonio dure muchas generaciones más.
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