“…después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa, y haber acabado la guerra de la muy grande ciudad de Granada, a donde este presente año a dos días del mes de enero, por fuerza de armas vide poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torre de la Alhambra…”
Cristóbal Colón, Diario de las derrotas y caminos
Para conmemorar el aniversario del descubrimiento de América, trataremos hoy la relación de Granada, no siempre tenida en cuenta como lugar colombino, con el carismático Almirante de la Mar Océana. Por el diario de abordo que llevó en su primer viaje, sabemos que tuvo ocasión de ser testigo presencial de la toma de la ciudad. Algunos autores, sin pruebas de peso, lo sitúan antes de esto como integrante de los ejércitos cristianos en la guerra de Granada, incluso un romance de autor anónimo habla de su participación activa en la toma de Baza. Con seguridad no es más que uno de los numerosos episodios apócrifos sobre su vida.
Más que probada está sin embargo su presencia en el real de Santa Fe, al que llega cuando, tras una primera entrevista en Córdoba en 1585 y varios años esperando el final de la guerra, había decidido ya partir para Francia donde esperaba que sus propuestas tuvieran mejor acogida. Las gestiones de fray Juan Pérez, prior de la Rábita y confesor de la reina, hacen que sea requerido en tierras granadinas en 1491. No ha de esperar aquí mucho más tiempo, ya que “las capitulaciones de la rendición de Granada y las de Santa Fe se escribieron con la misma pluma” en palabras de Washington Irving. Es esta ciudad, construida en ochenta días, la cuna del descubrimiento ya que como afirma el padre Las Casas, “y porque debieran los Reyes volver a la villa de Santa Fe hasta que les proveyeran sus aposentos reales de la Alhambra,…, comenzáronse dichos despachos en la dicha ciudad”. Al parecer se alojó en casa del Contador Mayor Alonso de Quintanilla, como un miembro más de la corte. Un último desencuentro hace a los Reyes mandar “que le dijeren que fuere en hora buena”, motivo que hace entrar en la historia colombina a la villa de Pinos Puente. Aquí “detuvieron los emisarios de los Reyes Católicos a Colón, cuando se decidió a desistir de sus planes de viajes amparados por aquellos, por desengaños y amarguras”, según Valladar. Este hecho lo sitúan los historiadores en los días anteriores a la firma del acuerdo, diecisiete de abril de 1492, ya que la Reina mandó que “con toda presteza entiéndase en hacer la capitulación y todos los despachos que Cristóbal Colón ser necesarios para todo su viaje”, marchando este a Sevilla el doce de mayo.
Pero no será esa su última estancia en el reino, aunque en circunstancias muy distintas a su partida en 1492. Retorna a Granada, donde se encontraba entonces la corte, el diecisiete de diciembre de 1500 tras haber sufrido la humillación de ser enviado de vuelta de su tercer viaje preso y despojado de sus títulos de virrey y gobernador por su cuestionada gestión en las Indias. Los Reyes lo habían liberado de prisión nada más pisar tierra en Cádiz pero su futuro era aún incierto. Aquí permanecerá casi un año, alojado en la Alhambra según Valladar, preparando su último viaje y escribiendo un libro conocido como de las “Profecías” .Aquí se firma también la real cédula que le devuelve las posesiones perdidas. A primeros de Octubre de 1501 parte por última vez de la ciudad a cuya vista firmó el documento que le hizo entrar en la historia.
Para saber más: en 1891, el alcalde de Génova escribió una carta a su homólogo granadino pidiendo información sobre la estancia del Almirante en nuestra ciudad ante la celebración del IV centenario del Descubrimiento. Contestó el regidor, Rafael Ruiz Victoria, que no existía documento alguno en los archivos pero que se comprometía a investigar el asunto. Para ello se convocó un concurso público del que salió ganadora la obra que nos ha servido de bibliografía, “Colón en Santafé y Granada”, escrita por el cronista de la provincia Francisco de Paula Valladar, exhaustivo y documentado estudio sobre este tema.
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