Tras ser tomada la ciudad de Granada el 2 de Enero de 1492 por los Reyes Católicos, poniendo fin a la reconquista de la Península, se culminó uno de los proyectos que más ansiaban los monarcas, el de la unidad de la Península bajo un mismo credo: el cristianismo. La conquista de Granada supuso, más allá del provecho territorial, la primera gran empresa común de la nueva monarquía. Es decir, la contienda en que participaron, militar y financieramente, castellanos y aragoneses bajo unas mismas armas ratificó la victoria de Isabel y Fernando en el conflicto de sucesión y aseguró su posición frente a la nobleza a la que hicieron participar en dicha guerra. Además, en cuanto a política exterior, la conquista del último reino musulmán de Al-Andalus significó asegurar el flanco mediterráneo ante el empuje turco además de poder dirigir los ejércitos hacia otros intereses, especialmente hacía Navarra e Italia.
Esta unión de los reinos peninsulares quedó reflejado en los distintos emblemas y banderas que lo Reyes Católicos utilizaron a modo de propaganda para alcanzar sus fines. La principal enseña creada fue el escudo, que podría considerarse el primer escudo de España, en el que quedaba representadas las dos mayores entidades políticas de la Península Ibérica: la corona de Castilla y la corona de Aragón además de otros símbolos personales de los reyes que a continuación pasamos a describir.
El blasón es soportado por el águila de San Juan, divisa personal de la Reina Isabel que lo relaciona con la fervorosa devoción que la Reina le profesaba al Santo y a su evangelio. Esta águila se representa además coronado. El escudo se dispone de forma cuartelada en cruz alternando las armas de ambos reinos. En los cuarteles izquierda superior y derecha inferior aparecen los de Castilla (de gules, un castillo de oro almenado de tres almenas con tres torres de homenajes el de en medio mayor y cada homenaje también con tres almenas, mamposteado de sable y aclarado de azur) y León (de plata y un león de púrpura, coronado de oro, lenguado y armado de gules). En los cuarteles restantes aparecen las armas de Aragón (de oro y cuatro palos de gules) y las dos Sicilias (partido y flanqueado, jefe y puntas de oro y cuatro palos de gules, flancos de plata y un águila de sable, coronada de oro, picada y membrada de gules). Tras la conquista de Granada se le añadió en la punta del escudo el emblema cristiano de este reino (de plata y una granada al natural, rajada de gules, tallada y hojada de dos hojas de sinople) que desde entonces ha aparecido en todos los blasones de soberanos y republicas españolas.
Escudo de los Reyes Católicos antes de la conquista de Granada.
Crucero de la Iglesia del Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo.
Escudo de los Reyes Católicos después de la Conquista ya con la Granada en la punta.
Fachada de la Capilla Real de Granada.
Flanqueando el escudo se disponen los símbolos personales de los monarcas. En el lado izquierdo aparece un yugo, emblema personal de la reina basado en la coincidencia de la primera letra con su nombre tal como se escribía en la época: Ysabel. En el derecho se sitúan unas flechas apuntando hacia abajo listas para usarse, emblema del rey Fernando que al igual que el de la reina se utiliza por la coincidencia con la letra inicial de su nombre. Ambos objetos aparecen juntos pero no unidos y atravesados por el nudo gordiano. Este emblema real adoptado por Fernando hace referencia al nudo gordiano cortado por Alejandro Magno, modelo conquistador del rey católico. La leyenda cuenta que quien deshiciera el nudo gordiano podría conquistar Oriente. Alejandro Magno corto el nudo con la espada diciendo “da lo mismo (tanto monta) cortarlo que desatarlo". El maestro Antonio de Lebrija sugirió al monarca Fernando que tomará la frase “Tanto Monta” como divisa personal dada la antigua tradición del reino aragonés de expandirse hacia Oriente. También se ha considerado este lema a la equitatividad con que tanto Fernando como Isabel dirigían el nuevo imperio y de que la palabra de uno no estaba por encima de la del otro: “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”.
"Tanto Monta" y Yugo, pintura mural en una de las galerías del Palacio del Generalife de Granada