Bien pudiera identificarse este castillo que hoy visitamos como la causa de que los ejércitos de la cruz pusieran fin a la presencia del Islam y de su cultura en el reino granadino y con él al fin de Al-Andalus. Y es que esta fortificación fue levantada por el capricho de una hermosa mujer que el destino hizo que se cruzara en la vida de la familia real nazarita y a su vez que influyera en las decisiones de los últimos años de vida del Reino de Granada.
En agosto de 1464 accede al trono Abū al-Hasan 'Ali ben Saad conocido como Muley Hacen tomando como esposa a su prima Aixa y madre de Boabdil. Comenzó gobernando sobre Granada en un tiempo de relativa paz en Granada y con los reinos cristianos, por ello probó su actitud en la guerra tanto en la organización de contiendas como en responder a los ataques castellanos saliendo constantemente victorioso y con ello su reputación sobre el pueblo aumentaría. En una de estas batallas cayó prisionera una hermosa joven cristiana llamada Isabel de Solis que fue entregada al sultán como esclava. Sin embargo el rey quedó enamorado de la belleza de la desgraciada y hermosa mujer, por ello decidió tomarla como esposa seduciéndola con todos los placeres y delicias que la sultana de un monarca podría poseer. Así, continuamente el rey presentaba a la joven ante el pueblo como Zoraya, que significa lucero de la mañana, y la proclamaba sultana ante los ojos de la rencorosa Aixa que empieza a planear la venganza. Muchos eran los favores que Muley Hacen le hacía a su amada que vivía llena de felicidad dentro de los palacios reales de la Alhambra incluso mandó construir un castillo en el centro del valle donde el profeta Mahoma colocara todas las alegrías y placeres de este mundo, en Lecrín. Una a una le enseñaría el monarca a Zoraya las hermosas estancias y frescos y bellos jardines del castillo mientras que en Granada, Aixa prepara la rebelión contra Muley Hacen para poner en el trono a su hijo Boabdil.
Al volver el rey de su nuevo castillo de Lecrín se encontró con que su ciudad se encontraba en batalla entre lo que apoyaban a Muley y los que defendían a Boabdil siendo este último el que saldría victorioso siendo el nuevo rey de Granada y haciendo emigrar a su padre Muley junto a Zoraya a su castillo recién construido. Pero poco tiempo estaría el rey aquí ya que algunos grandes señores de Baza y Almería le ofrecen su apoyo para reconquistar el trono arrebatado por su hijo Boabdil. Y de nuevo las calles de Granada se ensangrentaron por la lucha venciendo en esta ocasión los de Muley, Boabdil resignado se marcha a la frontera a luchar contra los cristianos donde es hecho prisionero en Lucena. Tras esto Granada volvió a vivir un pequeño tiempo de estabilidad en el que tuvo lugar el enlace oficial entre Muley Hacen y Zoraya donde la alhambra ofrecía el espectáculo mas grandioso que nunca pudo presentar siendo Aixa repudiada definitivamente.
Mientras tanto Boabdil es liberado de su prisión en Lucena tras un pacto con los reyes católicos y vuelve a la frontera granadina para planear su vuelta al trono aunque ya contaba con pocos partidarios a su causa, aún así decide rebelarse ante su padre Muley saliendo derrotado de nuevo Boabdil y marchando junto a su madre Aixa a unas tierras de Almería que Muley le había ofrecido. Zoraya ya no era tan feliz como antes, tras haber observado en varias ocasiones las luchas internas de la ciudad y el horror de la muerte entre hermanos quedó apenada, por ello el viejo rey para halagarla mandó una contienda por tierras de Utrera y Ronda de la que fue desgraciada para los moros y como causa hundió aún más los abatidos ánimos de Zoraya, por ello ante los malos tiempos que se avecinaban ante el avance de las tropas cristianas, la sultana pidió al rey que abdicase y que colocase en el trono a su hermano Abdalá el Zagal con el que se acabarían las luchas internas y Muley y su esposa pudieran vivir en paz en su castillo, donde poco tiempo después el viejo rey moriría en 1484 pidiéndole a Zoraya que fuera enterrado en el cerro más alto de su reino, y así su cuerpo fue llevado al pico que lleva su nombre.
Ocho años después de la muerte del monarca la situación del reino tanto interior como exterior había cambiado por completo. Boabdil consigue más apoyos tras la muerte de su padre y se alza poderoso en contra de El Zagal derrocandolo del trono en una lucha que duró tres años y debilitó en demasía el reino. Pero un enemigo más dispuesto amenazaba a la completa ruina del imperio de Alhamar. El atrevido reto que en su tiempo hiciera Muley Hacen iba produciendo su efecto y la cruz de Castilla avanzaba sin piedad hacia Granada hasta ser rendida. En las capitulaciones Boabdil se acordó de Zoraya y sus hijos para quienes se le reservó sus riquísimas posesiones. Zoraya volvió a adoptar la fé cristiana con su antiguo nombre Isabel, al igual que sus hijos tomando los apellidos de la ciudad que los vio nacer y siendo los ascendientes de una noble familia. Los dolorosos recuerdos del pasado hizo que Isabel tuviera que abandonar el castillo construido en el mismo paraíso y que tantos momentos de felicidad le había ofrecido en tiempos en el que era la misma sultana del Reino de Granada, muriendo al fin en un pequeño pueblo de Castilla. El castillo tras pasar por varias manos fue olvidado para que la acción del tiempo lo llevara a la ruina actual.
En pleno corazón del Valle de Lecrín se encuentra la localidad de Mondujar dentro del municipio de Lecrín. A 600 metros al este de la población se localiza el cerro de El Castillejo donde se encuentra a 900 metros de altitud el castillo de Zoraya. La fortificación es de planta poligonar irregular adaptándose al terreno siendo parte de sus murallas la roca natural. Actualmente se conserva el acceso al recinto, se trata de una puerta en rampa con doble recodo dentro de una torre de la que conserva la escalera al primer piso aunque debió tener más altura. Al lado de esta torre en el exterior se conserva un gran aljibe con los arranques de la bóveda y restos del pasadizo desde donde se recogería el agua para el castillo. Además se conserva tramos de la muralla que desde la puerta de acceso parte en dirección Oeste hacia un espolón rocoso donde también existen restos de una torre y otro aljibe más pequeño, toda la costrucción esta fabricada con mampostería de piedra.
Paradogicamente una cruz preside la cima del castillo de los que pocos son los los fragmentos que atestiguan la grandeza que tuvo este recinto pero que recuerda de manera más o menos brillante las pasadas glorias de aquella civilización y de aquél poder. Restos que han sido testigos de luchas, de jardines de ensueño y de miradas hacia un paisaje que transmite el regocijo interior prueba de que aquí tuvo asiento el amor más caprichoso pero no imposible y que tuvo como consecuencia la desaparición de la última morada árabe en la península.
1 comentario:
Buen trabajo, y ameno.
Publicar un comentario