martes, 8 de septiembre de 2009

El Abandono de un Barrio

Siguiendo con la temática de la etiquete “La Denuncia” y enlazando con la entrada “El Deterioro de un Barrio” nos acercamos hoy hasta un claro ejemplo de la dejadez que sufre el histórico barrio del Albayzín. La casa Nº56 de la calle San Juan de los Reyes ha sido noticia varias veces a lo largo de los años, la última por un desgraciado incendio de consecuencias trágicas. Está situada justo enfrente de la Iglesia que da nombre a la calle, primera parroquia consagrada tras la toma de la Ciudad y que conserva el antiguo minarete almohade que ya vimos con anterioridad.
Centrándonos en la casa, catalogada por su antigüedad, las primeras noticias de su estado de abandono surgieron en el año 2007 en el que el Ayuntamiento lleva a cabo obras de urgencia en su fachada por el inminente peligro de ruina que sufría el edificio tras los numerosos e infructuosos requerimientos al propietario para que procediera a su arreglo durante más de seis años. Esta situación no es nueva ya que la ley obliga a la conservación de los edificios, sin embargo muchos propietarios que no están dispuestos a arreglar lo que denominan “casas viejas” prefieren dejar que estas se vengan abajo con el fin de poder realizar una construcción de nueva planta. Ante estos abusos las administraciones se pierden en la burocracia y el papeleo durante años en los que finalmente el edificio se viene abajo.
Han pasado más de dos años en los que la pelea propietario-ayuntamiento ha seguido en los juzgados mientras que la casa se ha visto invadida por el fenómeno okupa. Al parecer el lugar se ha convertido en este tiempo en casa para indigentes lo que ha acentuado su deterioro. La puntilla para esta casa ha sido un incendio accidental producido por una vela el pasado mes de Junio, a consecuencia del cual moría una persona en el interior de la casa mientras que debido a los daños el edificio ha tenido que ser parcialmente demolido. En resumidas cuentas se han perdido dos años, se ha perdido la casa y lamentablemente también una vida, el balance no pude ser más desolador.
Esta es la pequeña historia de una casa que no es un palacio, pero que nada mas por el sitio en el que se encuentra hubiera merecido más atención por parte de su propietario y de la administración. Creemos que las normativas al respecto de la conservación de edificios deben ser más efectivas, de nada sirve una ley que no cumple su fin atascándose en el papeleo. Finalmente es necesario llamar la atención una vez más sobre la importancia que tiene la recuperación de la población en la zona lo cual viene de la mano de la inversión de las administraciones, de la accesibilidad y de la dotación de servicios para la población en un barrio que para sí quisieran muchas ciudades.

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