El turístico enclave de la costa tropical granadina donde nos acercamos hoy destaca por sus magnificas playas y sus aguas, las más profundas y transparentes de todo el litoral granadino, de ahí el nombre de Calahonda. Además este pueblo marinero contiene un buen ejemplo de defensa costera, su fortaleza o fuerte llamado de Carchuna y las atalayas vigías del Zambullón y la inclinada torre del llano de Carchuna, conocida también como el Farillo.
A la vez que la conquista cristiana avanza hacia Granada, las antiguas atalayas que forman la red de vigilancia que los musulmanes crearon son derribadas con el objeto de no ser ocupadas por los conquistados, siendo los restos que quedan hoy en pie una importante parte del gran numero que se extendían por el territorio. Sin embargo, el auge que desarrolló la piratería atraída por las riquezas que acumulaba el imperio español y los continuos ataques por parte de turcos y berberiscos hacen que las atalayas árabes de la costa no sean derribadas sino reforzadas y reformadas para poder alojar artillería además de levantar nuevas torres y castillos o fuertes en los lugares estratégicos para la comunicación entre ellas.
Uno de estos fuertes fue el de Carchuna levantado en 1773 por orden de Carlos III con el fin de responder los ataques que ocurrieran en estas playas. Las crónicas nos hablan de que estaba ocupados por el siguiente personal: un oficial para dieciocho hombres de artillería, un cabo para ocho hombres de caballería destinados a patrullar la playa, un cabo para cuatro artilleros con sendos cañones y un capellán. El recinto es rectangular con la puerta principal orientada hacia el norte y custodiada por dos torres, en el lado opuesto a la puerta se ubica una batería de artillería. Todo el perímetro está construido con muros ataluzados rematándolos una moldura de ladrillo sobre el que se monta el peto de gran altura y con troneras. En el interior un gran patio central reparte las distintas estancias a su alrededor.
A raíz de su construcción es cuando se crea la población de Calahonda sobre todo por agricultores que buscan la protección del fuerte, aunque su puerto comercial ha existido con anterioridad. La última ocupación que tuvo esta fortaleza fue como cuartel de la guardia civil si bien hoy en día permanece cerrado y en restauración, labor que se inicio hace unos años y la cual ha sido paralizada en contables ocasiones siendo diferentes los usos que se le han pretendido dar, desde un museo oceanográfico hasta una escuela de hostelería.
Al oeste del fuerte se encontraba la torre del Chucho hoy desaparecida, el único recuerdo de que estuvo aquí nos lo da el nombre de la pequeña aldea costera que se ubica en el lugar, Las Chuchas. Al Este en el llamado Llano o Punta de Carchuna nos encontramos con la torre del mismo nombre. Esta atalaya costera posiblemente sea de finales del siglo XVI y en la actualidad se encuentra hundida y volcada en la arena teniendo por ello una estampa peculiar y dando una visión original de la playa de Calahonda. Está construida con mampostería con una altura vista en su parte más alta de 6, 70 metros. El hueco de acceso lo tiene orientado al Norte como es normal en estas construcciones. En su interior se cubre con una magnifica bóveda de sillería si bien el actual acceso a la estancia interior se dificulta por la gran cantidad de basura y excrementos depositados en su interior. Mediante una escalera también de sillares se accede a su terraza inclinada. Se la conoce como Farillo de Calahonda por la existencia durante mucho tiempo de un faro sobre ella.
Situados sobre la torre y mirando al Este podremos observar al final de la playa un acantilado llamado la punta del Cerro Gordo en cuya cima se ubica la última de las torres de Calahonda, la del Zambullón. Su acceso se realiza desde la carretera nacional N-340 justo tras pasar esta localidad. Desde aquí obtenemos una fantástica visión de las playas de Carchuna y de Calahonda junto con las tierras de labor que las forman. Esta torre es de construcción y época muy similar a la del farillo si bien su altura es de 9 metros y en su lado mas cercano al mar tuvo alojado una batería de artillera destruida hace algunos años para la construcción de la antigua carretera. Desde aquí la linea de comunicación sigue hacia la torre de la Estancia en Castell de Ferro lógicamente visible desde aquí.
Una entrada genial. Me ha parecido muy interesante todo esto, ya que siempre me había preguntado de qué época serían todos estos monumentos que aportan ese encanto especial a Calahonda y Carchuna.
ResponderEliminar