lunes, 17 de junio de 2013

La Ermita del Cristo del Zapato de Pinos del Valle

 
El Valle de Lecrín nos ofrece multitud de parajes y rutas para desconectar de los quehaceres diarios y disfrutar de la naturaleza, hoy proponemos un pequeño pero intenso recorrido que nos permitirá admirar una de las mejores vistas de la comarca, Sierra Nevada y las Alpujarras desde la cima del cerro Chinchirina donde se encuentra la ermita del Santo Cristo del Zapato.
Vista desde la Ermita del Zapato de Talará 
La curiosa advocación de esta imagen tiene bastante popularidad en la zona de Lecrín pues también se venera en el cercano Talará donde encontramos otra ermita a él dedicada. Ambas son copias de la original de la ciudad de Lucca, Italia, traída a tierras granadinas en el siglo XVIII. En el convento de San Antón de la capital también podemos encontrarla en una capilla rodeada de exvotos. Volviendo a Lecrín, según nos acercamos por la Autovía de la Costa Tropical a nuestra derecha se atisba un prominente punto blanco en la Sierra de los Güájares,  cogeremos la salida de Béznar, para después tomar la carretera que sobre la presa del embalse del mismo nombre nos lleva hasta Pinos del Valle o Pinos del Rey como se llamó entre 1884 y 1936 en agradecimiento a Alfonso XII por destinar una partida de dinero para reconstruir el pueblo tras el Terremoto de Alhama. Este es el núcleo principal de población del municipio de El Pinar, del que también forman parte Ízboz, su anejo Acebuches y el despoblado en la actualidad Tablate. La existencia de dos iglesias, la Mudéjar de la Inmaculada y la Neoclásica de San Sebastián, da cuenta de lo numerosa que fue su población en siglos pasados. Recomendamos visitar ambas aprovechando la ocasión.
 Iglesia de la Inmaculada
 Iglesia de San Sebastián
Nuestros pasos nos conducen al barrio alto desde el que divisamos ya el pinar que nos dará sombra durante nuestro paseo. Al pie del cerro los carteles nos indican  la dirección que debemos tomar, poco más de dos kilómetros nos separan de nuestro destino, pero no debemos confiarnos ya que la pendiente es considerable: 15% de media, y el terreno complicado a veces. Zigzagueando ascendemos bajo el entoldado natural hasta que este se interrumpe poco antes del final, el último tramo ya sobre el promontorio de roca blanqueada nos conduce por unos peldaños hasta la reconstruida ermita. La primitiva se edificó en el siglo XIX, ampliándose en 1925. En febrero de 2009 la caída de un rayo la destruyó por completo, reconstruyéndose al año siguiente.
 
 
La construcción es muy sencilla, una pequeña capilla con tejado de baldosas cerámicas en cuyo interior se guarda una copia del cuadro original, sobre ella se eleva una gran cruz blanca. Las vistas desde aquí son únicas, a nuestros pies el Valle de la Alegría y a lo lejos Sierra Nevada en su Vertiente Sur, a nuestras espaldas la comarca de los Güájares. El viento silba en nuestros oídos desde estas alturas, 1059 m sobre el nivel del mar, arriba sobre nuestras cabezas las rapaces no pierden detalle de lo que hacemos estos “animales” que permanecemos pegados a la tierra. Hora de volver, no sin antes dejar encendida una vela al Cristo del Zapato, la bajada castiga nuestras articulaciones y se hace lenta para evitar tropiezos. Al pie del cerro una zona ajardinada junto a un manantial, de cuya hermosa leyenda nos da cuenta un azulejo, y los antiguos lavaderos públicos nos permitirá descansar y refrescarnos una vez finalizado nuestro recorrido.
 
Para saber más: no recomendamos en esta ocasión ninguna bibliografía sino acercarse directamente a conocer Pinos del Valle, no quedaremos defraudados. Enlazamos, eso sí, algunas entradas de blog de otras personas que han realizado esta excursión (VER 1, 2 y 3) así como de las noticias sobre la destrucción y reconstrucción de la ermita que recoge el portal Adurcal.

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