lunes, 27 de julio de 2009

Medina Elvira. Una historia por desenterrar


La historia de Granada es compleja, la gran cantidad de pueblos y culturas que han hollado su tierra hacen que esta sea de una bastedad tremenda. Y como la historia ha de ser contada desde el principio, la nuestra no estaría completa sin conocer sus antecedentes. Ya se ha hablado de la Florentia Iliberritana romana y del asentamiento de Hizna Roman, este último en tiempos ya de la dominación musulmana era una fortaleza situada estratégicamente en la colina albayzinera. Pero, ¿cuál era entonces la capital de la región? No era otra que Medina Elvira, cabeza de la llamada Cora de Ilbira o Elvira, al ser el núcleo de población más importante de la Vega Granadina hasta la fundación de la Taifa de Granada por la dinastía Zirí. La ciudad de Madinat Ilbira se localiza en un lugar privilegiado entre los municipios de Atarfe y Pinos Puente, en el extremo más noroeste de la Vega de Granada y sobre las faldas de la Sierra de Elvira con una visión total de la Vega y Sierra Nevada. Su situación era estratégica además ya que controlaba el antiguo camino que unía Córdoba, capital de Al-Andalus, con Pechina, capital de la Cora del mismo nombre situada en la actual provincia de Almería.

El origen de la ciudad habría que buscarlo en época tardoromana si bien es a partir del siglo IX cuando se define como tal al construirse la Mezquita aljama, la Alcazaba y las murallas en tiempo de Abderraman II bajo el Emirato Independiente de Córdoba. Es a partir de aquí cuando Madinat Ilbira experimentará su máximo desarrollo y alcanzará su máximo esplendor gracias a su condición de capital y cruce de caminos que la convierten en paso obligado de mercancías. Pero no estará exenta de convulsiones políticas, disputas y revueltas internas fomentadas en parte desde Córdoba lo que hará que la ciudad empiece a declinar. La división interna llega al punto de la separación física entre los diferentes grupos que la integran que hasta llegan a construirse sus propias mezquitas, es lo que se conoce como la “fitna” que será el comienzo del fin para la ciudad. La población empieza a emigrar hacia Granada al amparo de una dinastía bereber que les proteja de las posibles represalias, y esta de un simple castillo pasará a convertirse en la nueva capital mientras que la de Elvira caerá en un abandono que la dejará a merced de los expoliadores y acabará por enterrarla para siempre.

Actualmente se está volviendo a sacar a la luz esta antigua ciudad mediante un yacimiento que bien podría ser el más importante de Europa al tratarse de una capital. Este ocupa un área catalogada como Bien de Interés Cultural desde el año 2005 con una extensión de 350 hectáreas aproximadamente comprendiendo varias zonas en la falda de la Sierra donde se situaba la Alcazaba localizada en el cerro del Sombrerete o la propia medina a sus pies en el llano. El yacimiento está siendo investigado por un excelente grupo de profesionales a las órdenes del Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada Antonio Malpica Cuello, y este verano iniciará la tercera campaña de investigación ya que aún queda mucha historia por desenterrar. Sin duda la importancia de este espacio historico-artistico es de un valor incalculable ya que en él están el pasado y las causas del origen mismo de Granada.




Desde el blog ofrecemos enlace a la página web del “Proyecto Medina Elvira”.

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