Escucha a la penitente
de tu santa romería.
Abre tu rosa en mi carne
aunque tenga mil espinas.
Yerma. Federico García Lorca.
La
obra de Federico García Lorca está repleta de referencias a la forma de vida de
las gentes que le rodearon, sus costumbres y tradiciones. Un ejemplo de ello lo
encontramos en Yerma, en la que relata la desesperación de una mujer que no es
capaz de concebir un hijo y que agobiada por las habladurías de la gente recurre
a la santería y, por último, acude a una famosa romería que se celebra cada 5 de
octubre en Moclín, la romería del Cristo del Paño.
Moclín,
al que ya hemos dedicado nuestra atención en varias ocasiones (Hisn al-Muqlin, Las Atalayas de Moclín, Escudo de Granada), es una de las Siete Villas del Reino de
Granada encaramada en una roca que domina un “mar de olivos” en la comarca de
los Montes Occidentales. Como vimos, fue plaza estratégica para la defensa del
Reino Nazarí y, posteriormente, para su asedio tras capitular el 26 de julio de
1486, celebrando la primera misa fray Hernando de Talavera. Se funda la iglesia
parroquial de la Encarnación de la Villa en 1501, derribándose la mezquita que
hasta entonces había servido para el culto y comenzando la construcción del
edificio actual que se prolonga hasta 1560 de trazas renacentistas. En su
interior se venera desde fecha indeterminada un lienzo que representa a Cristo
con la cruz a cuestas. La tradición oral afirma, sin documento alguno que lo
acredite, que esta pintura servía como estandarte de batalla de las tropas de
los Reyes Católicos, los cuales lo donaron al pueblo durante su estancia entre
1486 y 1492. No será hasta el siglo XVII cuando adquiera gran fama por un
milagro que relata una leyenda: “hallándose esta imagen sin todo el culto que
era debido , con ocasión de haberla sacado para limpiarla, habiéndola lavado
con agua y un lienzo, la pusieron a que se enjugasen al sol; el sacristán de la
parroquia, cuyo nombre no ha quedado en la memoria de los vecinos , ni de las
fuentes escritas, que se hallaba con la vista tan empañada de nubes (cataratas)
que casi estaba ciego, llevado de un extraordinario fervor de devoción e
interior impulso, llevó a besar el pie de la sagrada imagen , y sin pensarlo,
se halló de repente sano de la enfermedad del paño y con la vista clara y
perfecta. De ahí el nombre dado al Cristo, debido a esta enfermedad a la que
vulgarmente se le daba esta denominación del Paño”. Este hecho le da fama
de milagroso y de sanar las enfermedades lo que motiva que desde entonces
acudan a él numerosos devotos, dando origen a su popular romería que con el
tiempo se masifica y amplía con la celebración de una feria de ganado.
La
fama del santo de erradicar la esterilidad femenina, aparte de curar
enfermedades, y los excesos que se llegaban a cometer durante las celebraciones
sirven como hilo argumental al desenlace de la mencionada obra de Lorca. En el
cuadro segundo del tercer acto la acción se desarrolla “alrededor de una ermita, en plena montaña” es decir en esta iglesia
del Cristo del Paño, añadiendo que “entran
mujeres con ofrendas en la ermita, vienen descalzas”. Los personajes que
aparecen relatan algunos altercados, y una muchacha afirma que “más de cuarenta toneles de vino he visto en
las espaldas de la ermita”. Luego relata cómo Yerma va cantando una
plegaría descalza y con velas en dirección a la iglesia. No fue bien acogida
esta referencia en la obra ya que Lorca se centra en el aspecto sexual de la
fiesta, acusándosele de inventar tales hechos. Sin embargo es innegable que
esta se había descontrolado, ya que en la década de 1950 un sacerdote del
pueblo, José López Vallecillos, raja el lienzo y le arroja un cubo del cal con
el fin de destruirlo para acabar con la romería debido a “los abusos y los fraudes que eran cometidos por los forasteros el día del Santo Cristo”, prohibiéndose
su celebración desde 1957 hasta 1971.
Actualmente
sigue congregando a una multitud de devotos de forma mucho más tranquila. Ese
día, este pueblo de apenas varios cientos de habitantes (el municipio está
compuesto por siete núcleos de población; Gumiel, Limones, Moclín, Olivares,
Puerto Lope, Tózar y Tiena, con un total del 4522 habitantes) llega a albergar
hasta 25.000 personas cuando la romería coincide con el fin de semana, lo que
obliga a los visitantes a aparcar sus vehículos en los olivares que rodean el
pueblo, todo ello controlado por un fuerte dispositivo de seguridad. Por las
estrechas y empinadas calles del pueblo se levantan los puestos ambulantes en
los que se venden todo tipo de recuerdos, estampas, rosarios, velas,
calendarios, y comida. Las celebraciones se centran en la explanada del
santuario y al mediodía se realiza la procesión que, atravesando
las murallas de la vieja fortaleza, baja hasta la plaza del Ayuntamiento y la zona de las Eras, a la salida del pueblo.
Para saber más: recomendamos el siguiente enlace del Ayuntamiento de Moclín en el que viene recogida íntegramente la historia del Cristo y su
romería, de la que hemos obtenido algunos datos para la confección de esta entrada. Igualmente se puede consultar
la web del santuario, donde también encontramos información sobre el mismo.
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