miércoles, 2 de enero de 2013

El Oficio de la Toma de Granada


Para situarnos en el contexto histórico de la España del siglo XV y  conocer los pensamientos y motivaciones de los principales participantes en la conquista de Granada tenemos un documento, de carácter más político que religioso, que nos puede aclarar el punto de vista castellano. Es el oficio “In festo deditionis nominatissime urbis Granate” u oficio de la Toma de Granada. Su autor es fray Hernando de Talavera, confesor de Isabel la Católica y primer arzobispo de Granada, uno de los personajes clave en la organización de la Granada pos islámica. Se estima, por la correspondencia conservada entre el arzobispo y la Reina, que fue compuesto entre 1493 y 1494  como acción de gracias por la rendición del último bastión musulmán en la península ibérica. Se conservan copias en un cantoral en el archivo parroquial de Santa Fe así como en el archivo de Simancas. El tipo de música utilizada, también atribuida a Talavera, es el canto llano. Esta pudo ser una de las razones que motivó que su utilización fuera muy breve en el tiempo, ya que cuando en 1516 se define el ceremonial del día 2 de enero la música polifónica había sustituido al canto llano en las celebraciones.


Un oficio eran las oraciones que la comunidad cristiana realizaba, rezadas o cantadas, a lo largo del día, siete en total culminando con la celebración de la misa, siendo diferentes según las distintas festividad. Si bien en un principio estas celebraciones eran eminentemente religiosas, en la sociedad teocrática de la Edad Media surgió la costumbre de conmemorar igualmente acontecimientos cívico-religiosos como este. Hay que tener en cuenta que cuando Talavera compone estos textos la mayoría de la población granadina profesaba aún la fe de Mahoma. Si bien el arzobispo cumplió escrupulosamente las clausulas de las Capitulaciones que permitían a los habitantes de la ciudad mantener su credo, no renunció a atraerlos a la que consideraba “Verdadera Fe” de motu proprio y no por la fuerza. Las lecturas y oraciones escogidas van encaminadas en este sentido. Dos son las ideas principales sobre las que gira el texto y que nos muestran la forma de pensar de aquel tiempo, la primera es la intervención directa de Dios en la rendición de la ciudad movido por la fe de los conquistadores. Así dice en la primera antífona “Celebremos el día solemne en que Dios…puso para sus hijos lo más alto de los enemigos como estrado de sus pies”. Señala además la perdida de la ciudad como prueba de la errónea fe de los musulmanes.

Fray Hernando de Talavera, Juán de Valdés Leal
La segunda idea es la necesidad de conversión y aceptación de los dogmas de la fe cristiana que como se afirma en el himno de laudes “frecuentemente niega el mahometano”, lo cual supone su condenación ya que “luchando el Verbo Supremo, mediante la diestra del rey Fernando, libera el Reino de Granada”. Como vemos, la Guerra se consideró como una nueva cruzada al estilo de las que en siglos anteriores habían intentado reconquistar Tierra Santa con la que el texto compara a Granada denominándola como la “nueva Jerusalén”, la “tierra prometida” que Dios ha arrebatado a los infieles para entregársela a sus hijos.

Estas ideas, que hoy en día chocan frontalmente con nuestra mentalidad, eran sin embargo en su día lo normal en ambos bandos. El error de quien critica  nuestra fiesta de la Toma reside en creer que con ella las reafirmamos. Los granadinos celebramos nuestro día de esta manera simplemente porque así lo hicieron nuestros antepasados, es lo que el diccionario de la Real Academia Española define como “Tradición”.

Para saber más: recomendamos la lectura del  texto del Oficio editado con comentarios de  Francisco Javier Martínez Medina, Pilar Ramos López, Elisa Varela  Rodríguez y Hermenegildo de la Campa. Del mismo modo, en los fondos de la Biblioteca Pública de Granada se conserva una interesante reproducción facsímil del original. 

Como curiosidad: el oficio fue grabado por Schola Antiqua en 2008 bajo la dirección de Juan Carlos Asensio con la producción de Eduardo Paniagua, pudiéndose escuchar en Spotify.

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