jueves, 11 de junio de 2009

El adorno de la ciudad. Aquellos altares del Corpus

Ya se ha hablado en esta pequeña serie dedicada a la celebración del Corpus Christi en Granada de la importancia de la fiesta en la ciudad. El eje de la misma es sin duda la procesión del Jueves de Corpus, día que se ha mantenido como fiesta local pese al traslado de la festividad litúrgica al domingo. Es esta una semana en la que Granada se viste de fiesta, se presenta distinta con las principales calles del centro entoldadas, los balcones engalanados (costumbre venida a menos y que se intenta recuperar de la mano de un concurso municipal), la iluminación extraordinaria, los pasacalles y actividades de la feria en el Centro. Era y es la Plaza Bibarrambla o Bib-rambla el epicentro de esta celebración. No podía ser de otra manera pues esta fue la plaza pública de la ciudad desde tiempos de la dominación árabe, por entonces a su alrededor se situaban las alhóndigas, el zoco y la mezquita aljama. Su nombre, traducido significa puerta de la rambla, se debe a la cercanía de esta al cauce del rio Darro por entonces aun descubierto a su paso por la medina. Ya bajo el gobierno cristiano siguió siendo eje de la vida pública, ha visto en todos estos siglos corridas de toros, ajusticiamientos públicos, celebraciones por las victorias militares o coronaciones de los soberanos españoles y por supuesto las fiestas locales como la que nos ocupa.


En esta fotografía podemos ver precisamente como era el adorno de la plaza con motivo del Corpus, fue realizada a finales del siglo XIX por el fotógrafo granadino José García Ayola. Sobresale el gigantesco altar con forma de tabernáculo, llega a superar en altura a los edificios de la plaza, en cuyo interior aparece la custodia rodeado de figuras angelicales y grandes candelabros. Es esta una muestra de la extraordinaria arquitectura efímera con la que se engrandecía el paso de la procesión que entonces discurría por el lateral de esta plaza el cual vemos entoldado. Alrededor cuelgan guirnaldas y cestos con flores, las sillas se amontonan esperando el paso del cortejo. El perímetro interior se adorna con gallardetes y laminas pictóricas precursoras de las actuales carocas que desbaratando mitos demuestran que el granadino también tiene sentido del humor. Según el desaparecido cronista de la ciudad, Juan Bustos, “en siglos anteriores se habían traído a la plaza cuadros originales de artistas notables como Bocanegra, Juan de Sevilla o Sánchez Cotán”. En el centro se observa una farola rodeada de un jardín, precursora de la actual fuente. También Washington Irving nos habla en los “Cuentos de la Alhambra” de cómo vivió las celebraciones del Corpus de 1826 en esta plaza. Quedó el hispanista gratamente sorprendido por la muchedumbre que se agolpaba proveniente de los pueblos vecinos para participar de las verbenas y representaciones teatrales y por la grandiosidad y solemnidad de la procesión con la custodia en la que participaban las órdenes religiosas y parroquias con sus mejores ornamentos.



En la actualidad se intentan recuperar algunas de las tradiciones perdidas como la de los altares, gracias en buena medida al interés de las cofradías de la ciudad, que habían caído en el olvido. Poco a poco, aunque no llegando a la monumentalidad de pasados siglos, se van recuperando. Son además una gran aportación ya que el adorno de los mismos se realiza con pequeñas obras de arte guardadas celosamente en los conventos granadinos por lo que supone una oportunidad para contemplar el rico arte conventual que atesoramos. También es de justicia reseñar que este año vecinos y comerciantes han adornado con motivos eucarísticos y festivos algunos escaparates y fachadas en el itinerario de la procesión (pocos la verdad) para contribuir al engrandecimiento de la fiesta.

3 comentarios:

costalero gruñón dijo...

Las cosas han cambiado, en lo que se refiere al emplazamiento, pero la esencia de la fiesta, sigue estando dentro del granadino desde tiempos inmemoriales, como se demuestra en esta entrada llena de tradición.

Un saludo

Jack Builder dijo...

Cierto, si hay una fiesta que se vive intensamente es esta, pero algunos pensamos que se podria poner mas por parte de todos para que esta semana la ciudad estuviera mas bonita que nunca, lo mismo que nos arreglamos para subir a la feria las casas y calles debieran adornarse igualmente mas de lo que se hace ahora(esto atañe tanto a particulares como instituciones publicas y privadas). Gracias por seguirnos, es mutuo.
Un Saludo.

Anónimo dijo...

Buen post, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)