lunes, 3 de mayo de 2010

De las Mayas a la Cruz


Sin duda una de las fiestas con más raigambre en nuestra ciudad es la de la Cruz de Mayo, tradición de siglos extendida principalmente en el sur de España, sin embargo existen en toda Europa multitud de celebraciones relacionadas con la llegada de la primavera que tienen un origen común a nuestra fiesta y que con el paso de los siglos fueron adoptando sus propias características.

El celebrar la llegada de la primavera proviene al parecer de las culturas griega y fenicia que rendían culto a los dioses en la época del renacer de la vegetación para tener una abundante recogida de sus frutos. Pasa esta tradición después al mundo romano que adoraba a la diosa Maia o Maya, relacionada con la naturaleza y la fertilidad. Se conocían por tanto estas fiestas como “Las Mayas”, dando nombre al mes en que se celebraban, cuyo eje solía ser un árbol como símbolo de la vida, la fertilidad y la naturaleza alrededor del que se realizaban los rituales. Los romanos la extienden por todos sus dominios permaneciendo en las culturas posteriores y llegando a nuestros días con las variantes propias de cada región. Así por ejemplo en nuestro país se celebran las Mayas en el Valle de Baztán, en Navarra, protagonizado por muchachas jóvenes que recorren los pueblos entre canciones y bailes populares. Pero no hay que irse tan lejos pues en Baza se celebra una fiesta idéntica a esta incluso en el nombre. Muy extendidos por la península son los Mayos, troncos altos adornados que se colocaban en las plazas y entorno a los cuales se celebraba la fiesta como recoge en uno de sus cuadros Francisco de Goya. Sin embargo en muchos lugares el árbol se sustituye, como en Granada, por una cruz.

En la tradición cristiana la veneración a la Cruz de Cristo proviene de la leyenda de su hallazgo por santa Elena, madre del Emperador Constantino, en Jerusalén en el año 326 d.C. La Iglesia celebró desde entonces el día 3 de mayo la fiesta de la Invención de la Santa Cruz coincidiendo con las Mayas ya que, como otras celebraciones, al pasar a ser la religión oficial hubo una asimilación de las antiguas fiestas del Imperio con las cristianas a fin de que calaran en la sociedad politeísta romana. Ciertamente hay multitud de similitudes entre la cruz y el “árbol de mayo”, por ejemplo la importancia que en el adorno de las cruces tienen los elementos naturales, principalmente las flores. También el parecido de la cruz con el árbol florido es símbolo de la resurrección de Cristo. Es en Andalucía donde se ha mantenido con diversas formas esta fiesta, Córdoba y Granada son las ciudades donde es festivo actualmente, pero también pueblos como Alcalá la Real en Jaén adornan sus calles y plazas en torno a la Cruz.

En Granada se sabe que se celebró en 1625 la colocación de la Cruz blanca de San Lázaro con fiestas y bailes, así se ha mantenido hasta la actualidad en que se ha recuperado el sabor tradicional de la fiesta alejado de macrobotellones. Son muchas las cruces que se levantan en patios y plazas tan bellos como la Corrala de Santiago o la Plaza Larga, sacan los granadinos de sus casas en este día auténticos tesoros de la artesanía, ya no solo cerámica y cobre sino obras de arte de talla y pintura. Se recrean monumentos y parajes granadinos con meritorias obras de arquitectura efímera así como las labores y profesiones tradicionales. Quizás sea la más famosa la cruz del Albayzín con el marco de Plaza Larga a la que poco hay que añadir porque es todo el año un bello rincón granadino. En resumidas cuentas un día para vivir la tradición, pasear por la ciudad y recrearse en ella en el momento del año en que más bella está, la Primavera.

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