domingo, 18 de enero de 2009

La Casa de la Velera


Todavía situados en la terraza de la Torre de la Vela podremos observar el panorama que desde aquí se divisa. Su orientación Oeste nos evocará tiempos pasados de vigilancia y de “noches en vela” siempre mirando qué noticias había desde las atalayas de Sierra Elvira y la Vega o la distante y siempre presente fortaleza moclineña, siempre mirando hacia occidente por donde debería venir el enemigo. El interior de la torre, con sus tres plantas de alzada, sirvió para alojar a los centinelas encargados de esta vigilancia. Ya en época cristiana la Alcazaba siguió siendo un recinto militar con guarnición propia encargándose estos de los toques de su campana.
Las estancias de la tercera planta sirvieron de vivienda para los campaneros hasta bien entrado el siglo XX, siendo su última ocupante la viuda de un militar llamada Encarnación la “Velera”. En torno a un espacio central cubierto con bóveda esquifada se sitúan diversas habitaciones conectadas entre sí por arcos de medio punto abiertos en los gruesos muros de ladrillo que sustentan la terraza superior. Se cubren estas con bóvedas de cañón igualmente de ladrillo existiendo aun en algunos puntos troneras para la defensa de la torre. Dos son las ventanas que dan luz a la estancia, una orientada al Norte con unas envidiables vistas del Albayzín mientras que otra se abre al Oeste hacia la ciudad y la Vega. Digno de ser envidiado fue quien tuviera la suerte de vivir contemplando semejante “cuadro” cada día. Estas habitaciones constituyen el “Espacio del mes” de Enero por lo que no se incluyen en la visita habitual a la Alhambra.
Por Jack Builder.

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